Así es Páginas de vuelta a casa, obra del editor e historiador norteamericano, Alexander Wolff, sobre las vidas de su padre y su abuelo durante el siglo XX, dos alemanes convertidos en ciudadanos estadounidenses, publicada por la editorial Crítica dentro de su Colección El Tiempo Vivido.
Wolff, el “hijo de un soldado de la Wehrmacht oriundo de Munich y de una joven que ayudó a cultivar un jardín de la victoria en Connecticut”, traza la historia de su familia paterna, tanto la de su abuelo, los Wolff, un linaje de músicos profesionales de Krefeld, en Renania, una familia de la alta burguesía alemana asentada en Bonn y, posteriormente, en Múnich, como la de su abuela, Elisabeth Merck, quien pertenecía a la familia fundadora de la gran compañía farmacéutica que todavía hoy lleva ese apellido.
Su abuelo, Kurt Wolff, era un amante de los libros que sabía que tenía que encontrar una profesión relacionada con los libros… por lo que se convirtió en editor, el editor de Kafka, Tagore, Hesse, Rilke… Separado de la abuela del autor en 1929, se casó posteriormente con Helen Mosel, con quien vagó por Europa tras las quemas de 1933, primero del Reichstag y luego de libros, incluidos los que él mismo había editado en la década anterior. Aquel año marca el final de su vida en Alemania, donde dejó a sus hijos con su madre, llegando a Estados Unidos en 1941, donde volvería a retomar el negocio editorial con la fundación al año siguiente en Nueva York de Pantheon Books, con quien publicaron, entre otros, Sebastian Haffner o Hannah Arendt.
Mientras tanto, su hijo, Niko Wolff, participaba en la Operación Barbarroja en Ucrania, donde pasaría año y medio en Dnipropetrovsk, a medio camino entre las ciudades, quizás algo más conocidas ahora, de Járkov y Zaporiya. Wolff utiliza la correspondencia de su padre durante la Segunda Guerra Mundial… hasta que, en 1948, éste partió desde Southampton a Nueva York. Dedica varios capítulos a su padre, que ejerció como químico en laboratorios de DuPont, RCA o Xerox, y analiza, especialmente a partir de los años 70 del siglo XX, su relación con él y su pasado familiar.
Los capítulos se organizan cronológicamente y son protagonizados por uno o varios de sus antepasados, desde el contexto familiar a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, las dos guerras mundiales, y la vida de ambos emigrantes alemanes en los Estados Unidos en las décadas centrales del siglo XX. Para ello, Wolff utiliza documentación procedente de archivos públicos y privados, entrevistas orales, así como correspondencia y diarios familiares inéditos hasta la fecha.
En resumen, otro libro de historia familiar en el que encontramos la Segunda Guerra Mundial como telón de fondo y que se suma a los que ya he comentado sobre los Jablonka polacos, los Ephrussi ucranianos o los Rajk húngaros.