Es posible que el Archivo de la Orden Capuchina, de Sevilla, sea el archivo más raro que he consultado, al menos, para hacer una genealogía. Desde luego, no es habitual visitar archivos de órdenes monásticas para tal fin pero, en ocasiones, hace falta agudizar el ingenio y buscar nuevas fuentes que nos permitan seguir tirando del hilo.
En este caso, la investigación para un cliente, cuya genealogía estaba realmente muy bien documentada, me llevó a este archivo para arrojar luz sobre la posible nobleza de la familia a través de un antepasado colateral: un hermano de su antepasado directo había sido fraile capuchino, aunque los primeros datos que teníamos nos hacían dudar de si era franciscano o (franciscano) capuchino.
Este archivo está muy diezmado pero tienen una magnífica biblioteca, formada no solo por los fondos que han engrosado la biblioteca de este convento durante siglos sino también por las transferencias de las bibliotecas de otros conventos de la orden de la provincia de Andalucía (Granada, Motril, etc…), destacando la colección de sermones, manuscritos e impresos. Lamentablemente, la conservación y transferencia de los archivos conventuales no parece haber corrido la misma fortuna.
Existe documentación de carácter personal sobre los frailes que pasaron por este convento pero también de aquellos que tomaron los hábitos en otros conventos de Andalucía. Así, encontramos libros de profesiones, como los libros 90 (1677-1714) y 91 (1733-1782), y libros de tomas de hábito, como los libros 94 (1714-1794), 247 (de Sevilla, 1706-1756), en el que se conserva un listado de los frailes capuchinos del convento de Sevilla, y 653 (de Andalucía, 1736-1830).
Existen legajos de expedientes personales, aunque los expedientes del siglo XVIII se cuentan con los dedos de una mano, así como unos libros de “Elencos (…) de religiosos (…)” con los nombres religiosos y civiles de frailes capuchinos, con cierta continuidad, a partir de 1730-1740 ya que, aunque hay listados del siglo XVII, hay un vacío para el primer tercio del siglo XVIII; aunque los libros más interesantes son los libros de fallecimientos que van desde comienzos del siglo XVII hasta la segunda mitad del siglo XIX, como los libros 394 (1613-1869), 395 (1618-1815), 397 (1618-1824).