Archivos, 433: Archivo de la Parroquia de Santa María de Carmona

El Archivo de la Parroquia de Santa María de la ciudad de Carmona alberga los archivos parroquiales de la propia Santa María pero también los de las antiguas parroquias del Salvador y de Santiago, fundamentales para cualquier investigación genealógica en esta población de la campiña sevillana.

Cronológicamente, los libros sacramentales más antiguos corresponden a los de la parroquia de Santiago, cuyo primer libro de bautismos arranca en 1487, siendo el libro de bautismos conservado más antiguo de la archidiócesis de Sevilla, seguido por el de la parroquia carmonense de San Bartolomé. La cronología de este primer libro (1487-1551), que además cuenta con un utilísimo índice, se pisa con los de los libros siguientes, 2 (1513-1531) y 3 (1531-1561). El primer libro de difuntos de esta parroquia también es el más antiguo de toda la archidiócesis hispalense, comenzando en 1562, cuando el Concilio de Trento estaba llegando a su fin. Los tres primeros libros de difuntos cubren todo el siglo XVI: libro 1 (1562-1570), libro 2 (1571-1587) y libro 3 (1588-1603).

El primer libro de bautismos de la parroquia del Salvador comenzaba, incluso, más de sesenta años antes pero, excepto el índice del mismo, no ha llegado hasta nuestros días; iba de 1421 a 1548. La serie

En cuanto a la prioral de Santa María, su primer libro de bautismos comienza hace más de 500 años, en 1515, y cubre casi toda la primera mitad del siglo XVI, llegando hasta 1542. Los tres primeros libros de defunciones, como los de Santiago, cubren todo el siglo XVI.

Los libros de matrimonios de las tres parroquias arrancan en los años 60 y 70 del siglo XVI y todos ellos continúan hasta el siglo XX sin lagunas cronológicas.

Debo decir que nunca he tenido problemas a la hora de investigar en este archivo y que los sucesivos párrocos siempre me han permitido la consulta, que se realiza en el mismo despacho parroquial, donde encontramos dos grandes armarios en los que se conservan los tres archivos. El único inconveniente es la mala iluminación de este amplio despacho.

Una vez allí, conviene rezar para que tus antepasados no salgan de estas tres parroquias ya que, si lo hacen, tendrás que consultar otros dos archivos parroquiales más: el de San Pedro y el de San Bartolomé, donde también se conservan los archivos parroquiales de San Blas y San Felipe.

Sin duda, este archivo parroquial junto a su archivo municipal (también notarial) y el resto de archivos parroquiales constituyen, junto a los archivos astigitanos, uno de los grandes acervos documentales de la provincia de Sevilla.