En la entrada anterior, nos hemos acercado a los expedientes matrimoniales de la nobleza titulada jerezana. Hoy lo haremos al progresivo encumbramiento de las familias que fueron llegando a Jerez entre finales del siglo XVIII y mediados del siglo XIX, utilizando para los expedientes matrimoniales de los Lacoste, Capdepón, Isasi, De la Herrán, Garvey o los Dastis.
Cronológicamente, el expedientes matrimonial más antiguo es el del matrimonio secreto de D. Gregorio Isasi y Doña Juana de Dios Lacoste, en 1809. Nacido en Laguna de Cameros, en La Rioja, paisano por tanto de los Ágreda, Isasi era vecino y del comercio de la ciudad de Cádiz y de los pocos riojanos que se asentaron en Jerez de la Frontera. Debió llegar al amparo de su hermano Francisco, quien ya se encontraba en la ciudad de Cádiz a finales del siglo XVIII, donde había casado en 1797 con la hija de un alférez de fragata de la Real Armada. De la simple revisión de los padrones de comienzos del siglo XIX del Archivo Municipal de Jerez de la Frontera se detecta una fuerte presencia de cántabros y, en menor medida, asturianos, vascos y, en último lugar, riojanos.
Los Lacoste, como los Dastis o los Domecq, procedían del Bearne, en Francia; bearneses que constituyeron alianzas matrimoniales, que es lo mismo que decir comerciales, con riojanos, como hemos podido comprobar también en otros puntos de Andalucía, además de en Cádiz, como Málaga o Jaén. Estas casas comerciales actúan de la misma forma pasada una o dos generaciones. La familia se amplía en horizontal. Las relaciones de verticalidad o la procedencia del linaje no eran tan importantes como las redes sociales que se establecían con sucesivos y recurrentes matrimonios y con el papel que desempeñaban las hijas de un comerciante. En este sentido, los cuñados actúan no sólo como hermanos políticos sino también como socios. Casi 30 años después de su matrimonio, Isasi casó a su hija con otro comerciante gaditano también originario del Bearne, y otorgó su licencia paterna para la celebración de un nuevo matrimonio secreto “pues de hacerlo publico se me originaran graues perjuicios en razon de los gastos i etiquetas que en semejantes casos se ocasionan, i mucho mas entre una familia tan dilatada como la mia, i para evitarlo…”.
Otro gaditano de origen francés fue D. Lorenzo Dastis, vecino de Jerez en 1824, donde contrajo matrimonio secreto con Doña María de los Dolores Ruiz de Loyzaga, nacida en Ferrol e hija de un cirujano vitoriano del segundo batallón del regimiento de Nápoles. Dastis llegó a Jerez en 1814, donde estuvo hasta agosto de 1820, en que se fue al reino de Inglaterra, con dirección a Londres, y estuvo allí hasta febrero de 1822, cuando regresó a Jerez.
Además de riojanos, cántabros o vascos, también irlandeses, como los Garvey, entraron en la órbita de los comerciantes franceses del Bearne. En Sevilla, encontramos el expediente matrimonial de D. Patricio Garvey, nacido en Sanlúcar en 1796 y casado con 30 años en Jerez con una originaria de Oloron, en el Bearne, y también descendiente de los Lacoste, Doña María de los Ángeles Capdepón, natural de Jerez, en 1806. Según el expediente, Garvey había llegado a Jerez hacia 1811, donde permaneció, en la parroquia de San Miguel, calle de las Naranjas, ya que “siendo de muy corta edad lo trajeron sus padres a esta de Jerez, en la cual ha permanecido hasta de presente sin hacer ausencia notable”. Entre otros testigos de dicho expediente, nos encontramos a D. Jacobo Gordon, vecino de Jerez, de 29 años. El matrimonio, de nuevo, es secreto ya “que siendo el exponente comerciante y teniendo muchas relaciones con los de su clase tendría que hacer grandes convites en el caso de hacerse público y como esto no acarreará más que muchos gastos que el suplicante no está en el caso de hacer por lo calamitoso de la época y al mismo tiempo disgustos a todo lo cual se agrega el tener que marchar cuanto antes a la ciudad de Londres a arreglar varios asuntos comerciales”.
Los O’Neal Saelices, también de origen irlandés, como los Garvey, celebraron un doble matrimonio con los Rivero de la Tijera, de origen cántabro y, en la siguiente generación, enlazarán con una de las hijas de Manuel María González Ángel, fundador de González-Byass, quien, para entonces (el matrimonio se celebró en 1865), ya había consolidado su empresa.
Para ir terminando, otros dos ejemplos de la alianza de los comerciantes cántabros, riojanos y franceses. Junto a De la Herrán y los Rivero, debieron llegar a lo largo de la primera mitad del siglo XIX los De la Torre y los Gutiérrez de Cossío, ambos procedentes de Cabezón de la Sal. Los primeros enlazaron, primero con los Izquierdo y Lassaletta, y más tarde, con los García del Salto y los Valiente, originarios estos de Montenegro de Cameros, en Soria.
Como puede comprobarse, a medida que avanzamos en el siglo XIX asistimos a un proceso de progresiva incorporación de nuevos elementos a la nobleza jerezana. Ejemplo de ello es el matrimonio del futuro conde de Montegil en 1873. Nacido en Córdoba en 1847, fue apadrinado su bisabuela paterna, la condesa viuda de Montegil Doña María Ana Ponce de León, al mismo tiempo que descendía por línea materna de los Trevilla vascos. Ella descendía de los Pérez Grandallana de Jerez pero, como su futuro marido, lo hacía de un linaje de comerciantes riojanos asentados entre Cádiz y Sevilla, los Ágreda. El matrimonio debía celebrarse en secreto pero, a diferencia de los anteriores, se alude al luto de la contrayente y se hacía “indispensable realizarlo con la mayor brevedad y reserva por hallarse de luto la contrayente y que estando relacionadas ambas familias se causarian gastos de consideracion siendo publico y para evitarlo…”.
Este caso concreto de los condes de Montegil de las décadas centrales del siglo XIX es el ejemplo claro de la incorporación progresiva de elementos procedentes de la burguesía comercial o agrícola, su fusión con la nobleza titulada o la “antigua” nobleza Jerez. De esta forma, el Conde de Montegil no sólo se convierte en yerno de D. Diego de Ágreda, nieto del primer Conde de Casa Ágreda, sino también en concuñado de D. Manuel González Soto, hijo de González Ángel, fundador de González-Byass, o de los Rivero O’Neal.
Que curioso, Fernando…
Yo tengo Capdepón que provienen de Orihuela.
Que bueno! Y que breve…, Tenía la esperanza de que mencionaron a los Viñalet y a los Grandmaison. Podría hacer otro post del enlace de familias de Jerez y Cádiz? Sludos
El cuadro de enlaces familiares, por desgracia no logro verlo bien, no sé si es mi teléfono. Hay alguna forma de obtenerlo en una resolución mejor? Muchas gracias