Se cumplen 210 años de esta anotación en el quinto libro de matrimonios (1779-1851) de la Parroquia de la Santísima Trinidad de Roa, cuyo archivo parroquial se conserva en el Archivo Histórico Diocesano de Burgos.
Los primeros mártires de la patria en la guerra de la Independencia, Manuel de Antón Vargas, consorte de Polonia Amigo, Romualdo García, consorte de María Ortega y Joaquín Benito, consorte de María Santos, estos héroes, naturales y vecinos de esta villa de Roa, que se armaron contra los franceses, comandados por el infame Napoleón. En el año de mil ochocientos y ocho fueron sorprendidos por el enemigo en el lugar de Ciruelos y, con otros compañeros de armas, fueron conducidos a las cárceles de Aranda y, a los pocos días, sin otra formalidad que la fuerza y tiranía, fueron ahorcados y obligaron a uno de los compañeros a que hiciese de verdugo, como lo ejecutó, aumentando la pena y haciendo más dolorosa la muerte de las víctimas.
En los primeros días de sus expediciones hicieron prodigios de valor, pero como eran pocos, pues creo que solo eran treinta, aunque armados y vestidos con los despojos de sus victorias y además sin ninguna instrucción militar, se desgraciaron en los principios de su empeño.
En esta parroquia de la Santísima Trinidad, de donde eran feligreses, se les hicieron las honras fúnebres los días 16, 17, 18, 19 y 23 de enero de 1809, pocos días después de su muerte, a las que asistió la mayor parte del pueblo.
Roa y febrero 5 de 1809.
Cordobés.