He trabajado durante largas temporadas en el Archivo Municipal de Carmona, tanto por motivos académicos como por motivos profesionales. Como el de Écija, este archivo municipal es uno de los más importantes de la provincia de Sevilla no solo por su valiosísimo fondo municipal, que arranca en la Baja Edad Media, sino también porque conserva un extenso fondo notarial y, desde hace unos años, algunos archivos nobiliarios.
Podría escribir sobre las actas capitulares, el Catastro de Ensenada, los amillaramientos, las cuentas de propios y arbitrios, las tareas de molinos (de aceite)… Todo esto, y más, conserva el Archivo Municipal de Carmona, que me ha permitido investigar sobre tierras de propios y arbitrios, comunales, sobre haciendas de olivar, sobre las propiedades del clero regular… por lo que me limitaré a señalar aquellas series de mayor interés genealógico y que, además, se encuentran digitalizadas y disponibles en FamilySearch.
Hace ya 20 años, Adolfo de Salazar Mir publicó un artículo en la revista Hidalguía acerca de los fondos sobre hidalguía que conservaba este archivo y en el que ofrecía al lector un listado de los expedientes, reales provisiones y ejecutorias de nobleza conservadas en los legajos 2414-2416 y 2418-2421, todos ellos digitalizados y disponibles en FamilySearch.
Es importante la serie de padrones, que arranca en el siglo XVI y llega hasta el siglo XX, todos ellos digitalizados y disponibles en FamilySearch. Desde mi punto de vista, son muy interesantes los padrones de los siglos XVI y XVII para el estudio de la nobleza carmonense por lo que me pararé brevemente en aquellos con los que he trabajado.
En el legajo 320 (ant. 319), encontramos padrones de todas las collaciones, excepto San Pedro, para el año 1607; un padrón de Santa María, de julio de 1533, sin distinción de estados, en el que hay un resumen del número de vecinos que dice “Vecinos pecheros” que, por cierto, sumaban 1792, y otro de 1639, con distinción de estados. De esta misma collación, pero en el legajo 1590 (ant. 1583), se conservan los padrones de moneda forera, que se elaboraban cada siete años y que recogían la distinción de estados, de 1566, 1572 y 1578, además de un padrón de 1561, aparentemente sin distinción de estados pero con unas anotaciones al margen, un “OJO” que, comparando con el padrón de 1566, parece indicar la nobleza de los señalados.
En este mismo legajo, se conservan los padrones de las collaciones del Salvador de 1561, sin distinción de estados; los de San Bartolomé y Santiago de 1566, con distinción de estados; los de San Blas, San Felipe y San Pedro, de 1548 (sin distinción) y 1566 (con distinción); y de esta última collación, extramuros, se conservan el que parece un borrador de 1561, los de moneda forera de 1572, 1578 y 1597, y el de 1590, también con distinción de estados.
La serie de quintas y milicias, que comienza en el último cuarto del siglo XVI, complementa a la anterior, y también llega hasta el siglo XX, enlazando con otra fuente fundamental para el genealogista, el conocido como el «pre-registro civil» (1840-1870) que no sólo se encuentra digitalizado y disponible en FamilySearch sino también parcialmente indexado por voluntarios y cuyas bases de datos se encuentran disponibles en las webs de dos asociaciones genealógicas a las que pertenezco: Hispagen y Raíces Reino de Valencia. Por cierto, para aquel al que las defunciones de este período se le queden cortas, puede consultar los fondos, que también cubren el primer tercio del siglo XX, del cementerio de Carmona, también en FamilySearch.
Para terminar. Aquellos que no se conforman con los lugares y fechas de bautismo, matrimonio y defunción de sus antepasados y quieren conocer y profundizar en el nivel socio-económico de sus antepasados, tendrán que acudir al archivo personalmente para consultar, entre los miles de documentos que alberga este archivo, los amillaramientos de 1846 y 1849 o el fondo de «documentos privados de la familia Lasso de la Vega«, como así se describe en el Reglamento de este archivo, el depósito del archivo de los marqueses de las Torres de la Pressa.