Continúo la senda iniciada hace algo más de un año y medio con aquellas tres cartas de amor en un archivo sevillano y me permito felicitaros el Día de San Valentín con la publicación de otras dos cartas, ambas del siglo XVIII y conservadas en el mismo archivo, el Archivo General del Arzobispado de Sevilla.
En esta ocasión, son cartas independientes que se cruzaron los novios con la intención de contraer matrimonio. Espero que disfrutéis con su lectura tanto como yo al cruzármelas en el Archivo.
Esposa de mi corazón,
Dóite noticia como ya está en Écija el Padre Caravaca, quien viene a componer nuestra dependencia, para lo cual determinamos el que el Padre nos descubra con el Sr. Vicario; esta noche le va a hablar lo que se necesite de que mañana por la mañana hagas por ir a confesar con el Vicario y decirle la verdad de cuanto ha pasado entre nosotros pues éste es el principal motivo para que se efectúe luego al instante y avísame con lo que respondes a esto pues no estamos en tiempo de descuidarnos un instante.
Si gustas en la respuesta de ésta ratificar tu palabra diciendo como eres mía y firmarlo con tu nombre, que yo así hago lo mismo y digo que me obligo a ser tu esposo a pesar de todo el mundo y lo firmo con la sangre de mi corazón.
La respuesta, haz que sea antes de la noche y mañana en la tarde harás por venir acá toda la tarde que te vea y conozca.
D. Juan Mejía.
Archivo General del Arzobispado de Sevilla, Fondo Arzobispal, Vicaría, Matrimonios ordinarios, leg. 1921.
Esposo Juanico,
He sabido cómo estás en la cárcel porque quieres casarte conmigo y lo que te digo es que yo estoy firme y contigo me he de casar y si dije en la declaración que “no” fue porque tu padre no hiciera algún disparate contigo; y bien sabes que te dije que la honra que me debes me la has de dar casándote conmigo y he sabido que hay de tensión en Sevilla pues no sé que la haya pues yo me quiero casar contigo y así te digo, como lo firmo, y te doy mi palabra.
Día primero de abril de mil setecientos y veintiocho.
Y lo firmo, yo, Josefa de Paz.
Esposo mío, Juan Antonio de Atienza.
Archivo General del Arzobispado de Sevilla, Fondo Arzobispal, Vicaría, Matrimonios ordinarios, leg. 1519.
Para Rocío, mi soprano favorita e inspiradora de unas cartas de amor que nunca verán la luz.