La semana pasada me quedé con las ganas de visitar el Archivo Diocesano de Astorga. Pero tuve la suerte de conocer el Monasterio de San Andrés, en Vega de Espinareda, y escuchar, por primera vez en mi vida, una serie de esquelas radiofónicas.
Sucedió a mi vuelta, de Vega de Espinareda, en El Bierzo, a San Emiliano, en Babia. Eran las 13:50 y la locutora de Onda Bierzo, emisora perteneciente a Onda Cero, comenzó a leer lo que nos pareció, a todos los ocupantes del vehículo, una esquela. Efectivamente, cuando terminó con la fórmula «Favor que agradecerán», le siguió otra esquela, y otra, y otra… hasta rellenar diez minutos de programación de radio, la cual mantuvimos, respetuosamente, encendida. Este tipo de esquela radiofónica (sin ánimo de dar publicidad y a título meramente informativo) parece estar relacionada con los servicios de esquelas, en todo tipo de formatos, que ofrece el Tanatorio La Encina.
Antes de aquello había estado consultando el Archivo Parroquial de Ocero, un pequeño pueblo perteneciente al municipio de Sancedo, cuyos libros más antiguos se encuentran depositados en el Archivo Diocesano de Astorga, pero donde me dijeron que los libros más recientes, por los que yo me interesaba, todavía se encontraban bajo la custodia del párroco.
El cura párroco de Ocero, junto a otros dos sacerdotes que llevan una treintena de pueblos de El Bierzo, viven en el citado monasterio de Vega de Espinareda, por lo que fue allí donde pude consultar los seis libros sacramentales que todavía conserva el párroco: dos libros de bautismos (1864-1897 y 1897-1946), dos de matrimonios (1783-1852 y 1865-1917), uno de difuntos (1864-1910) y otro conjunto de bautismos, matrimonios y difuntos (1852-1864).
Y ahora sí, quedo a la espera de recibir otro encargo que pueda llevarme al Archivo Diocesano de Astorga, siempre con la radio puesta y dedicando una oración por todos los difuntos.