Allí estaban, en el libro segundo de bautismos de la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de La Rinconada, entre los folios 65 y 66. Y allí las dejé.
Hace unos días estuve consultando los primeros libros sacramentales de la Parroquia de Nuestra Señora de las Nieves de La Rinconada o, como aparece en estos mismos libros, de «Santa María la Blanca». Al Archivo Municipal de La Rinconada dediqué una entrada varios meses ha. Como dije entonces, La Rinconada era una población pequeña: 62 vecinos a mediados del siglo XVIII. Que los primeros libros sacramentales abarquen más de un siglo cada uno nos confirma que, efectivamente, no se trataba de una población, de una parroquia, excesivamente grande… y así el trabajo se hace mucho más llevadero. No obstante, me da la sensación de que debieron perderse algunas partidas por el camino y que, es posible, los libros se reencuadernaran en tiempos más cercanos a los nuestros que los de los años en que están fechadas las partidas.
Investigar en la sacristía de cualquier parroquia mientras el párroco está despachando es una experiencia tremendamente esclarecedora. Al mismo tiempo que el investigador recoge datos sobre bautizados y casados en la parroquia de hace 200 ó 300 años, el párroco sigue en su labor, atendiendo a sus feligreses, preguntando quiénes van a ser los padrinos de los futuros bautizados, anotando en su agenda las citas para las «tomas de dichos», reclamando las partidas de bautismo que deben aportar los contrayentes, legalizadas o no si proceden de otras diócesis, etc, etc, etc… Una práctica, la de la administración de los sacramentos, que podríamos decir que ha permanecido invariable durante siglos. Como digo, una experiencia sumamente interesante.
Pero nada me hizo más ilusión en mi segunda visita a este archivo que encontrarme unas cartas, fechadas el 22 de marzo y el 19 de noviembre de 1985, de una gran genealogista, y mejor amiga. Es habitual encontrar en los libros sacramentales, además de estampas religiosas, antiguas cartas que solicitaban tal o cual partida al párroco de turno. Me he cruzado con muchas a lo largo de mi trayectoria profesional como historiador y genealogista pero, en esta ocasión, conocía de primera mano a la remitente… pero si queréis saber de quién se trata, tendréis que ir a la parroquia de La Rinconada y solicitar vosotros mismos el segundo libro de bautismos.
Fernando, buenas noches. Sumamente interesante las entradas de tu Blog. Efectivamente, es toda una experiencia visitar un archivo parroquial mientras el Cura Párroco atiende a sus feligreses. En la cercana población de La Rinconada es seguro que se hallarán múltiples partidas de nacimiento de personajes que después casaron y murieron en mi pueblo. Así como en otros archivos se podrán encontrar a paisanos míos con tierras en el término de La Rinconada. Sin ir más lejos, ahí están enterrados algunos miembros de la dinastía alcalareña de los Zambranos, grandes hacendados y ganaderos que fueron de reses bravas. Ya hiciste mención de sus antepasados en los Expedientes de Hidalguía que se encuentran en el archivo municipal de Alcalá. Un saludo, Sr.
Mariano Velázquez
Archivero de la Hermandad de la Soledad
Alcalá del Río