Archivos, 313 y 316: Archivos Diocesanos de Santander y Burgos

Hace unas cuantas entradas (parece que el tiempo en un blog se mide en entradas), escribí unas líneas sobre los Archivos de las Reales Chancillerías de Valladolid y Granada y los servicios de reproducción de documentos que ambos archivos públicos ofrecen. Hoy voy a hacer lo mismo, pero sobre dos archivos diocesanos.

El pasado viernes recibí dos partidas sacramentales que estaba esperando: una procedía del Archivo Histórico Diocesano de Santander, un archivo que he consultado en varias ocasiones; otra, del Archivo Diocesano de Burgos, archivo que espero visitar a finales de septiembre cuando reabra sus puertas, cerradas por traslado desde el pasado mes de enero.

En cuanto al diocesano de Santander, debo decir que es un archivo pequeño y cómodo. Hay que pedir cita previa y la consulta de los fondos parroquiales se realiza a partir de la copia en microfilm de los mismos. Nada de papeles. Abre todos los días, de lunes a viernes, de 9:45 a 13:00; es decir, 17 horas y media a la semana, algunas horas más que los archivos diocesanos de Cádiz (15 horas semanales), León (10 horas semanales), Oviedo o Jerez de la Frontera (9 horas semanales).

Aunque los fondos parroquiales que conserva este archivo se encuentran digitalizados en FamilySearch, no está de más contrastar los datos con el Inventario actualizado de Archivos Parroquiales que, como anunciaban el pasado viernes en la web del Archivo, se encuentra disponible tanto en el propio Archivo como en el Archivo Histórico Provincial de Cantabria, archivo al que ya dediqué una entrada meses atrás.

Si la memoria no me falla es, junto al Archivo Parroquial de Medina Sidonia y al Archivo Histórico Diocesano de Astorga, de los pocos archivos en los que se paga una tasa por la consulta. En este caso, son 60 céntimos de euro por hora.

Sobre el Archivo Diocesano de Burgos, poco o nada puedo contaros porque no lo he visitado nunca… pero espero hacerlo dentro de muy poco. Llevo todo un embarazo esperando. Nueve meses. Cerró sus puertas el 14 de enero para iniciar su traslado y se espera que esté concluido y abierto a los investigadores a finales del mes de septiembre. Como el archivo anterior, es un archivo diocesano concentrado: conserva los libros sacramentales de las más de 1000 parroquias de su archidiócesis. Con tanta parroquia y como podréis imaginar, tengo unos cuantos trabajos pendientes de la reapertura de este archivo.

Para ir concluyendo. Escribí una carta a ambos archivos, enviada por correo ordinario el mismo día, el 8 de julio, para solicitar un par de partidas sacramentales de bautismo y recibí respuesta de ambos diez días después, el 18 de julio, también por correo ordinario. En ambos casos, facilité los datos exactos: población, parroquia, fecha del bautismo, libro y folio y, como curiosidad, debo deciros que las dos partidas están selladas en sus respectivas sedes episcopales, el mismo día, el 14 de julio. El archivo cántabro me envía una copia en papel (entiendo que es fotocopia de microfilm) sellada y diligenciada por la encargada del archivo, por la que he abonado 8 euros, para sufragar «los gastos de dichas gestiones». El archivo burgalés me remite, previa llamada telefónica para confirmar que la habían localizado y para preguntar si quería legalizar dicha partida, un certificado sellado y firmado por el Archivero por el que he pagado, en concepto de «derechos de archivo», 10 euros.

Como podréis comprobar, la rapidez con la que los dos archivos han atendido mi petición ha sido impecable.