Archivos, 213: Archivo Municipal de Valencina de la Concepción.

Si no me falla la memoria, el Archivo Municipal de Valencina de la Concepción fue uno de los primeros archivos que consulté, o quizás fuera el Archivo Municipal de Sevilla (mi número de carnet me recuerda que lo consulté por vez primera en el siglo pasado, en 1999), o los archivos parroquiales de la comarca de Babia, en la montaña de León, buscando mi ascendencia paterna… Sea como fuere, tengo claro que, de la mano de la profesora Mercedes Gamero Rojas y junto a otros compañeros de licenciatura, tuve mi primer contacto con el Catastro de Ensenada en Valencina de la Concepción.
Todavía hoy me sorprende esta fuente: salvo las medidas de superficie o cabida, la referencia a los puntos cardinales o la toponimia, específicas de cada región o población, todo es igual, se repite siempre el mismo esquema. He consultado el Catastro de Ensenada de casi todos los reinos y provincias en los que se dividía la Corona de Castilla a mediados del siglo XVIII: desde Sevilla (Écija, Carmona, Osuna…) a León (cuando todavía no estaba digitalizado en Familysearch), desde La Rioja (cuando tampoco estaba digitalizado y, lo más importante, indexado en el siguiente enlace) a Lugo, de Jaén a Cantabria… ¡Hasta diría que en todas ellas actuó el mismo escribano!
A mediados del siglo XVIII, Valencina, entonces del Alcor, tenía un término municipal de unas 3.000 fanegas de tierra y contaba con 154 vecinos, cuatro de los cuales vivían en las casas de campo de su término. Había sido enajenada por la Corona en 1630 a favor de D. Luis Ortiz Ponce de León, a quien poco tiempo después le fue concedido el título de marqués de Valencina. En este tiempo, la población había superado la caída demográfica de finales del siglo XVII, con 93 vecinos en 1680-1681, y había recuperado los niveles de población alcanzados a finales del siglo XVI y primer tercio del siglo XVII: 154 vecinos en 1591 y 144 vecinos en 1637.

El Archivo Municipal de Valencina de la Concepción conserva documentación muy variada; además del Catastro de Ensenada citado, conserva padrones y alistamientos, documentación de propios y del pósito, pero con una serie de actas capitulares cuyo número no llega a medio centenar de años para el Antiguo Régimen: 1637-1638, 1646, 1665, 1679-1689, 1691-1697, 1699, 1707 (en muy mal estado), 1745-1754, 1817-1820, 1825-1831 y 1833. Como habréis podido leer en anteriores entradas, revisé las actas capitulares para la elaboración del tomo primero de mi obra Hidalguías del Reino de Sevilla, en la que se publica la genealogía de aquellas personas recibidas en el estado noble de Valencina de la Concepción, entre otras poblaciones sevillanas.
En cuanto a nobleza e hidalguía, apenas llegan a la docena los recibimientos de hidalguía en esta población, pero alguno puede resultar curioso por tratarse de un personaje célebre como Duque Cornejo, Estatuario de Su Magestad; tampoco existía la denominada mitad de oficios, aunque es posible que durante algún tiempo se llevase a cabo esta práctica, como pudimos comprobar al leer, en el cabildo de 21 de enero de 1685, “alcaldes ordinarios en el estado de los ziudadanos”, en clara contraposición a unos alcaldes por el estado noble. Y como en otras poblaciones cercanas, era una práctica habitual que el capital de la ciudad fluyese hacia el medio rural. Es lógico encontrar en las actas capiturales, con mayor frecuencia en el siglo XIX, expedientes de vecinos originarios de la ciudad de Sevilla que eran hacendados en el término de Valencina, como los de D. Pedro María de Bertendona y D. Domingo Martínez de Tejada, en 1825; D. Hipólito de Silva, en 1826; o el D. Vicente Martínez, en 1827.