Las esquelas, fuentes de información genealógica

Hoy, Día de Todos los Difuntos, dedico esta entrada a las esquelas, una fuente de información genealógica más. A menudo nos encontramos con el problema de que no somos capaces de hallar la defunción de un antepasado reciente o queremos localizar a parientes vivos de una persona de la que ni siquiera sabemos si se casó o tuvo hijos.

En estos casos, solemos recurrir al Registro Civil , ya sea a través de la Sede electrónica del Ministerio de Justicia o directamente en Juzgados de Paz o Ayuntamientos, pero si no tenemos una fecha exacta o aproximada lo más seguro es que nos respondan con una negativa.

Probamos entonces con el cementerio de la localidad donde suponemos que falleció nuestro antepasado o pariente. Algunos cementerios, como los de Madrid, tienen su registro informatizado por lo que si nos dirigimos a la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid podrán decirnos en qué fecha y en qué cementerio se enterró tal o cual persona y, con esa información, podremos dirigirnos al Registro Civil correspondiente con una fecha casi exacta. Otros cementerios, como el de Córdoba, ofrecen a los ciudadanos un servicio en internet, gratuito, de Búsqueda de fallecidos. También existen bases de datos de empresas, como funerarias y gestoras de tanatorios, que ofrecen la posibilidad de buscar esquelas en sus páginas webs o en distintos diarios de tirada nacional, regional o local, aunque por lo general se trata de defunciones recientes que abarcan las últimas décadas.

¿Qué podemos hacer entonces? En estos casos, yo suelo consultar la que seguramente sea la mayor colección histórica de esquelas del siglo XX en España: la hemeroteca de ABC, diario fundado en 1903 y digitalizado íntegramente en su propia página web. Es posible que al googlear un nombre con sus dos apellidos uno de los primeros resultados sea una esquela del ABC, pero no siempre aparece a la primera. Por eso, si estamos buscando una posible esquela de una persona concreta, recomiendo entrar directamente en la Hemeroteca de ABC y hacer nosotros mismos la búsqueda sin pasar por Google añadiendo, además del nombre y los apellidos, términos como «falleció», «viudo/a», «cristianamente», etc, para que el buscador sólo nos devuelva resultados relacionados con esquelas o necrológicas.

Si no encontramos nada en la Hemeroteca del ABC, siempre podremos probar con los diarios más antiguos de cada región o provincia y que podéis identificar fácilmente porque llevan en sus cabeceras aquello de «Decano de la prensa…» como La Vanguardia en Cataluña, que arranca en 1881, o el Diario de Avisos en Canarias, que comienza en 1890. Para búsquedas más complejas, la Hemeroteca Digital de la Biblioteca Nacional puede ser una opción, con un amplio repertorio de prensa española con algunos ejemplos de los siglos XVII y XVIII, así como la Biblioteca Virtual de Prensa Histórica de nuestro Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Siempre y cuando encontremos la esquela que estamos buscando, una auténtica foto fija de la familia en el momento del fallecimiento de uno de sus miembros, ésta nos proporcionará información muy concreta sobre el difunto (edad, profesión, formación…) y sobre sus familiares, vivos o ya fallecidos; datos que, al fin y al cabo, nos permitirán continuar nuestra investigación genealógica.

Debo la idea de esta entrada a unos amigos, coleccionista de esquelas ella, quienes compartieron en Facebook en menos de 24 horas las dos esquelas que acompañan a estas líneas.