Archivos, 242: Archivo Municipal de Écija

Pasar calor en Écija en el mes de agosto es normal. No me quejaré por ello. Ahora bien, pasar calor en un edificio municipal, de nueva planta e inaugurado en pleno siglo XXI, en el que el aire acondicionado lleva estropeado más de un año y el ascensor no funciona desde la apertura del edificio, es para quejarse y no sólo del calor.

Pero todo hay que decirlo: la incomodidad del Archivo Municipal de Écija, tanto para investigadores como para su propia archivera, es inversamente proporcional a la profesionalidad y amabilidad de esta última, Marina Martín Ojeda, y a la cantidad y calidad de los fondos y colecciones que atesora.

Ayer lunes visité el Archivo Municipal de Écija al cual acudí, nuevamente, requerido por la investigación que lleva a cabo un colega historiador y para la que precisaba la consulta de unos fondos muy concretos que no se encuentran disponibles en internet: las actas capitulares de finales del siglo XVI y comienzos del siglo XVII. No está mal, para terminar el mes de agosto y después de haber consultado los archivos parroquiales más al sur de Europa (Tarifa) y los más occidentales (Ayamonte) del antiguo Reino de Sevilla, darse un paseo por los archivos de los confines orientales del mismo reino.

Volver a esta ciudad, a este archivo, es siempre reconfortante y siempre intento sacar tiempo para dar algunos pasos en mi propia genealogía ya que, por línea materna-materna, tengo antepasados astigitanos. Mi abuela materna, mi abuela Pura, decía que su abuelo paterno era francés. Sin embargo, el abuelo de mi abuela, José María Labat Fernández, no era francés, como ella nos decía, sino que había nacido en Écija en 1833; tampoco su bisabuelo, José Labat Meléndez, que nació en esta misma ciudad en 1801; pero sí su tatarabuelo, Juan Labat, que habría nacido hacia el tercer cuarto del siglo XVIII, seguramente, en alguna población del Bearne, de cuya región procede un importante número de comerciantes asentados en los Cuatro Reinos de Andalucía en la Edad Moderna. Juan Labat, hijo de Pedro Labat, habría llegado a Écija antes de 1794, año en el que lo encuentro empadronado en una casa de la calle Corrales, en la collación de San Juan, y donde habría evitado la expulsión de franceses que, con motivo de la Guerra de la Convención, se había dictado aquel mismo año. Habría fallecido, acaso en la misma Écija, entre el 27 de febrero de 1804, fecha del último bautismo que he localizado de una hija suya, y el 11 de noviembre de 1808, en el que su viuda contrajo segundas nupcias.

El Archivo Municipal de Écija es uno de los grandes archivos de la provincia de Sevilla ya que no sólo conserva los fondos generados por el municipio sino también los protocolos notariales tanto de Écija, cuyo inventario se encuentra publicado y puede consultarse aquí, como de Fuentes de Andalucía (consulta el inventario aquí). Igualmente, entre sus fondos se cuentan las contadurías de hipotecas y el archivo nobiliario del Marquesado de Peñaflor, de Cortes de Graena y de Quintana de las Torres, cuyo cuadro de clasificación podéis consultar aquí, y del que existe un magnífico estudio (Écija y el Marquesado de Peñaflor, de Cortes de Graena y de Quintana de las Torres. Córdoba: Excmo. Ayuntamiento de Écija y Fundación de los Excmos. Sres. Marqueses de Peñaflor y de Cortes de Graena, 2000), de la mano de Marina Martín Ojeda, la archivera municipal, y Ana Valseca Castillo.

Cuando consulté este archivo por primera vez, hace algo más de diez años, los investigadores no teníamos los medios que, afortunadamente, tenemos hoy a nuestra disposición y se hacía precisa la consulta en sala para todo tipo de fondos y colecciones. A día de hoy, gracias a la labor de Familysearch, contamos con dos series digitalizadas y disponibles para su consulta online en el portal de Familysearch: la serie de padrones y alistamientos, que abarca desde el siglo XVI hasta el XX, y los expedientes de hidalguías, con documentación que arranca antes del siglo XVI y llega hasta el siglo XX. Este último fondo (legajos 2496-2500 y libros 4168-4181), junto al Catastro de Ensenada y la Sección de Secretaría (más de 200 legajos que se encuentran descritos íntegramente y cuya consulta os recomiendo por la variedad de los miles de expedientes conservados en ella), es el que más he utilizado en mis investigaciones en Écija, por lo que he ido anotando, en sucesivas visitas, los personajes, apellidos y linajes de los que existía documentación genealógica, heráldica y nobiliaria. Así, podemos encontrar las «hidalguías» (ejecutorias, reales provisiones, papeles de nobleza, etc…) de D. Gregorio Coello de Llamas (1741), Francisco de Torres, D. Cristóbal Domingo López de la Coba y Aguilera (1722), Juan de la Fuente Salguero y Pachón, Pedro Velázquez, Gregorio de Contreras, D. Juan Lorenzo Pardo y Núñez (1741) y Juan de Espinosa, en los libros 4169 y 4170; las de D. Juan de Santiago Gómez Tortolero (1734), Pablo de Coronado, D. Pedro Álvarez Rabanal 1707), D. Alonso Mantilla, y otros, sus hermanos; D. Pedro Gómez Tortolero; Antonio Lucas y Pedro de la Vega, en el legajo 4171;  las de D. Pedro de San Miguel y Alvear, D. Andrés Gómez Tortolero, D. Francisco Sánchez Candelas (1712) y Antonio Jiménez de Góngora (1692), en el legajo 4173; o la Real Ejecutoria de hidalguía de D. Francisco Sotillo (1797), única en el legajo 4180.

Además, en este fondo se encuentra documentación miscelánea de carácter genealógico sobre los Castrillo, Moscoso e Hinestrosa (como la imagen que acompaña a este texto), los Puelles, de los Ríos, Prado, Fernández de Córdoba, Martín de Juárez, Guzmán, Manrique, Valdivieso, Zúñiga, Aguilar, Luna, Fernández Galindo, Vargas Machuca, Portocarrero, Camargo, Suárez de Mendoza… o pleitos entre los Villavicencios, documentos sobre los marqueses de Benamejí, capítulos del linaje de los Paredes… y un largo etcétera. Ayer regresé al Archivo Municipal de Écija, como decía, para consultar actas capitulares. A pesar de que los dos grandes fondos para la investigación genealógica (padrones e hidalguías) se encuentran digitalizados y disponibles para su consulta online, es una mínima parte de los fondos que conserva este archivo por lo que la consulta in situ se hace imprescindible para cualquier otro tipo de investigación. No obstante, los que necesitéis consultar las actas capitulares más antiguas, entre 1478 y 1532, tendréis más suerte que yo y las podréis consultar desde casa en el propio portal del Archivo Municipal de Écija.